Numerosas investigaciones en varios países ponen de relieve que las profilaxis que actualmente se están inoculando no solo previenen de la enfermedad grave, aunque aún no se sabe cuánto dura la protección.
Cuando se empezó a vacunar a la población contra el Covid, lo único de lo que se tenía certeza es de que las profilaxis disponibles prevenían la enfermedad en su forma más grave. De hecho, se han reducido de manera notable las hospitalizaciones e ingresos en UCI y también la mortalidad a causa del virus.
Ahora, numerosos estudios llevados a cabo en varios países aportan unos datos aún más esperanzadores. Vienen a confirmar que también reducen notablemente tanto la infección como la transmisión del coronavirus.
Si bien es cierto que las vacunas actualmente disponibles «no son ‘esterilizantes’, es decir, no están diseñadas para impedir la replicación del virus», como se explica en el blog de Voces Expertas de la web de Estrategia de Vacunación Covid-19 del Gobierno, las investigaciones realizadas desde que se comenzó a inmunizar a la población mundial confirman los siguientes aspectos:
Se reduce la carga viral y con ello la transmisión
En febrero empezaron a llegar los primeros datos positivos. En este caso, provenían de sendos estudios sobre la vacunación en Israel, iniciada el 20 de diciembre de 2020, y entre el personal de hospitales británicos. Las personas inoculadas seguían contrayendo la enfermedad, pero en ellas la carga viral se reducía de manera notable. Según los expertos, este hecho se traduce en: «cuanto menos virus porte una persona, menos probabilidades hay de que los transmita».
Menos infecciones tras recibir la vacuna
Varios seguimientos realizados a unos 4.000 sanitarios vacunados en Estados Unidos y a más de 100.000 trabajadores de hospitales y residencias en España, concretamente en Cataluña, obtuvieron resultados similares. Se reducía la infección hasta en el 90% de las personas que habían recibidos las dosis de las vacunas, en el primer caso, y entre el 85% y 96%, en el segundo.
En este sentido, un informe publicado a finales de mayo por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad concluye, que «según la evidencia disponible podemos afirmar que la eficacia de las vacunas aprobadas en la actualidad es alta y, por tanto, el riesgo de infección tras la exposición al virus es muy bajo»
Se tarda menos en eliminar el virus
El informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias también destaca otro dato relevante. En caso de contraer el Covid tras recibir la vacuna, hay indicios que apuntan a que, además de reducirse la carga viral, también podría disminuir el tiempo de eliminación del virus. En concreto, un estudio con la vacuna de AstraZeneca desveló que este tiempo fue de una semana en vacunados, frente a dos semanas en no vacunados. Con lo que el tiempo que una persona infectada emite al medio partículas virales potencialmente capaces de infectar a otros en el caso de los inmunizados es considerablemente menor que en el caso de los no vacunados.
Protección indirecta: la prueba de fuego
La forma de comprobar si una persona vacunada transmite menos el Covid es medir la protección indirecta, es decir, las infecciones en el entorno de personas vacunadas.
El blog de Voces Expertas remite a un estudio realizado en Escocia con unos 145.000 trabajadores sanitarios y 95.000 convivientes en el que se observó que, a las dos semanas de la vacunación, los convivientes de los trabajadores vacunados infectados tenían un menor riesgo de infección que los convivientes de trabajadores sanitarios no vacunados.
En esta misma línea van los resultados del trabajo llevado a cabo en residencias de mayores españolas durante el primer trimestre de 2021. Los tres primeros meses del programa de vacunación en España no solo sirvieron para evitar al menos 17.000 casos y 3.500 fallecimientos, según este informe, sino que «ha sido muy eficaz para evitar infecciones, tanto sintomáticas como asintomáticas», y ha aportado una alta protección indirecta. «En las residencias de mayores en España se ha visto que el riesgo de infectarse por SARS-CoV-2 también fue menor en los residentes que no se vacunaron, de forma muy parecida a los vacunados», concluye el estudio.
Mantener las precauciones
No obstante, como se repite desde todos los ámbitos, hay que seguir siendo prudentes y mantener las precauciones porque el virus sigue ahí y aún no se sabe cuánto dura la protección de las vacunas. De ahí que se insista en la necesidad de mantener ‘las seis M’: mascarilla, metros de distancia, manos limpias, menos contactos, más ventilación y me quedo en casa si tengo síntomas
Como recuerda el inmunólogo José Gómez Rial, del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y Coordinador de Inmunología en el Grupo de Investigación en Vacunas GENVIP, «el funcionamiento de las vacunas en el mundo real muestra que las vacunas parecen reducir la contagiosidad y frenar la transmisión», pero «también datos en vida real están mostrando brotes en residencias donde todos están vacunados, brotes asintomáticos o sintomáticos leves pero que indican que de algún modo sigue habiendo transmisión entre los vacunados».
Fuente: https://www.diariosur.es/sociedad/salud/infeccion-transmision-covid-vacunados-20210614100912-nt.html